"Por cada árbol que se tala, por cada animal que muere, por cada río, mar, océano que es contaminado, el planeta sufre heridas profundas difíciles de cicatrizar"
lunes, 13 de abril de 2015
sábado, 11 de abril de 2015
CÓMO SEMBRAR TOMATILLO VERDE
EL CULTIVO DE TOMATE DE CASCARA
El tomate de cáscara
(Phisalisixocarpabrot.), también conocido como tomatillo, en un cultivo que
está incluido en la familia de las solanáceas. Se conoce en México desde
tiempos precolombinos. Los aztecas lo cultivaban extensivamente y lo llamaban
"miltomatl" que significa tomate cultivado y lo empleaban para
preparar salsas y guisos de la misma manera que se emplea actualmente.
De las especies de tomate de cáscara que se ha
reportado en México, solamente Phisalisixocarpabrot., se cultiva
comercialmente. Cada 100g. de tomate contiene 1g. de proteínas, 0.7g. de
grasas, 4.5g de carbohidratos, 18mg. y 2.3mg. de hierro, tiamina, riboflavina,
niacina y ácido ascórbico.
DESCRIPCIÓN
BOTÁNICA
Planta herbácea, anual, de 40 cm a 120 cm de altura o más
dependiendo de los hábitos de crecimiento.
Raíz: Típica o columnar, presenta
ramificaciones secundarias profundas que pueden alcanzar hasta 60 cm. o más. En
sistema de plantación sufre una modificación transformándose en fibrosas y de
poca penetración al suelo, es por eso que se recomienda hacer transplantes
directos de charola, no de almácigo y procurar que la raíz.
Hábito de crecimiento:
presenta tres tipos de hábitos de crecimiento: rastrero, erecto y semirrecta.
El hábito rastrero se caracteriza porque generalmente crece en forma erecta
sólo hasta .040 m. y conforme se desarrolla la planta, los tallos se extienden
sobre la superficie del suelo. El tipo erecto se identifica por el aspecto
arbustivo que presenta la planta originada por un crecimiento casi vertical de
los tallos, las variedades nuevas en su mayoría son de crecimiento semirrecta.
Tallo: El tallo es estirado,
herbáceo o ligeramente leñoso en la base; ramas primarias de 0.08 a 2.3 cm. de
diámetro; en los primeros días de vida se presentan pelos esparcidos en el
tallo, hojas y ramas las cuales se pierden a medida que van creciendo.
Fisiología: Crecimiento. Las
plantas de tomate de cáscara tienen un ciclo de vida de 70 a 110 días desde la
siembra hasta la senescencia dependiendo la variedad, una vez que emerge la
plántula inicia un crecimiento lento, aproximadamente 1 cm. por día;
posteriormente a los 25 días, el crecimiento se acelera y se estabiliza
alrededor de los 55 que es cuando alcanza una altura de 90 cm. (en las plantas
rastreras aproximadamente 60 cm.), la planta sigue creciendo lentamente y puede
llegar alcanzar poco más de 1m. (Erectas), esto sucede como a los 70 días,
posteriormente la planta empieza a envejecer y cae por el peso de los frutos
hasta su muerte.
Temperatura óptima: La
temperatura óptima promedio que demanda el tomate de cáscara al momento de
sembrar es de 20 a 25 °C, su crecimiento vegetativo requiere de 22 a 26 °C,
pero con temperaturas mayores de 32 °C puede provocar una deshidratación del
tubo polínico y en consecuencia abortos y frutos mal formados.
Preparación del Terreno: Es
recomendable tener un terreno con buen nivel, para lo cual es útil una buena
nivelación con tablón. También es necesario un buen barbecho con el
fin de airear el terreno y enterrar hierbas y semillas, después los rastreos
serán convenientes para que la tierra quede blanda y dócil. La marca es
dependiendo de la variedad que se decida sembrar, puede variar de 1.50 m a 1.80 m.
Cultivos:
El primer cultivo mecánico se dará antes del desahije cuando es siembra
directa, el segundo después del desahije y posteriormente el cierre de cultivo.
Dependiendo del tipo de terreno y de las condiciones ambientales se puede dar
otro cultivo.
Fertilización: cada terreno tiene diferentes necesidades de
nutrientes, por lo tanto es recomendable hacer un análisis de suelo antes de
cualquier aplicación de fertilizante. Los nutrientes que preferentemente son
usados para el tomate de cáscara son la urea, 11-12-0, 18-46-0, sulfato de
potasio y 17-17-17. El fertilizante se puede aplicar entre 6 y 8 pulgadas de
profundidad al centro del surco y completar la fertilización al cierre de
cultivo.
Siembra: la profundidad de siembra depende del tipo
de terreno donde se va a trabajar, en la tierra seca la profundidad recomendada es de 1 a 2 cm. de profundidad y en tierra húmeda colocar la semilla donde se
encuentre la humedad.
DENSIDAD DE SIEMBRA
Siembra Directa: La
densidad de la siembra depende del equipo siembra que se utilice, si usa equipo
de precisión será de 400 a 500 g/ha, con equipo mecánico de 500 a 800 g/ha. y
manual de 800 a 1000 g/ha.
Transplante: El transplante se
lleva a cabo cuando la planta tiene aproximadamente 10 cm. de alto, se colocan
4 plantas por metro lineal, en sistema de plantación se requieren entre 22,000
y 24,000 plantas por hectárea, es necesario que la raíz se encuentre muy húmeda
así como el terreno al omento de plantar.
Control de Hierbas:
Para evitar el nacimiento de hierbas nocivas es necesario después del sembrado,
realizar una aplicación de bensulide en el lomo del surco en una banda de 40
cm; antes del riego de auxilio es recomendable dar un cultivo a mano con
azadón para eliminar las hierba y acercar tierra a la planta, es importante que
los fabricantes de agroquímicos y universidades se aboquen a la tarea de
desarrollar un herbicida dada la superficie sembrada a nivel nacional.
Riegos: En el primer riego debe ser
pesado a trasporte y que la humedad alcance el lomo del surco y germine la
semilla, en tierras arenosas primero se riega y posteriormente se realiza la
siembra en tierra húmeda. Los siguientes deben realizarse dependiendo al tipo
de terreno y los requerimientos del cultivo.
Desahijé: Al emerger la plántula,
inicia un crecimiento lento aproximadamente de 1cm. por día. A los 15 días de
nacida cuando la planta tenga cinco hojas, se llevará acabo el desahijé y se
dejarán 4 ó 5 plantas por metro.
Plagas y Enfermedades: Es
necesario mantener bajo vigilancia el control de plagas y enfermedades. Se
recomienda que le asesore un técnico de confianza y le sugiera los agroquímicos
adecuados, la dosis y manera de aplicarlos.
Aplicación de Insecticidas Sistémicos:
En algunas zonas donde este cultivo se realiza en fechas demasiado cálidas es
conveniente utilizar insecticidas sistémicos (imidacloprid), ya sea la plántula
en su etapa emergente en invernadero o directamente a la semilla para prevenir
el daño que puedan ocasionar insectos vectores (pulgón, mosca blanca, trips,
etc) en su etapa crítica de desarrollo.
Principales enfermedades.
Mancha de la hoja
Cercosporaphysalidis: Las características de esta enfermedad son manchas en
hojas, necróticas, circulares u oblongas de bordes bien marcados de color
castaño oscuro y el centro gris claro, esta enfermedad se propaga mas en clima
húmedo. El tratamiento debe hacerse desde la aparición de las primeras manchas
con clorotalonil oxicloruro de cobre, captan o mancozeb.
Carbón Blanco
Entylomaaustrale: En el inicio del ataque se observan unas pequeñas manchas
circulares blancas sobre el envés de las hojas que posteriormente se hacen
visibles en el haz. Estos puntos de infección se diseminan por toda la hoja
llegando a cubrir prácticamente toda su superficie.
A medida que avanza la enfermedad, alrededor
de la mancha se forma sobre el haz un anillo pardo violáceo muy característico.
Estas manchas acaban por necrosarse llegando a romper el tejido de la hoja.
Es necesario hacer aplicaciones a base de
cobre o mancozeb; en caso que la enfermedad se presente con mayor fuerza
realizar aplicación con triadimefon.
Cenicilla oidium:
Esta es una de las enfermedades fungosas que más ataca el tomate de cáscara,
los síntomas que se observan son manchas pulverulentas de color blanco en la
superficie de las hojas (haz y envés) y en el tallo que van cubriendo todo el
aparato vegetativo llegando a invadir la hoja entera, también afecta a tallos y
pecíolos e incluso frutos en ataque muy fuerte. Las hojas y tallos atacados se
vuelven de color amarillento y se secan. Las malas hierbas y otros cultivos,
así como restos de cultivos serían las fuentes de inóculo y el viento es el
encargado de transportar las esporas y dispersar la enfermedad.
Moho Gris Podredumbre Gris Botrytis Cineraria:
Es un parásito que afecta a un amplio número de especies vegetales afectando a
todos los cultivos entre ellos, el tomate de cáscara. En plántulas produce
Damping Off, en hojas y flores se producen lesiones pardas. En frutos se
produce una podredumbre blanda en la que se observa el Hongo Gris. Las
principales fuentes de inóculo las constituyen los restos de vegetales que son
dispersados por el viento, salpicaduras de lluvia, agua de riego y los pétalos
infectados desprendidos también dispersan el hongo. El control químico debe ser
a base de benomilo, captan, tiabendazoloxinato de cobre, clorotaloni,
anilazina, maneb.
Virus de la Marchitez Manchada del Tomate (VMMT):
este virus es transmitido por mosca blanca y trips, la planta es infectada
normalmente en su etapa inicial, cuando la planta tiene aproximadamente 10 días
de nacida es recomendable hacer inspecciones minuciosas en ese momento ya que
los trips son difíciles de detecta, una vez infectada la planta manifiesta la
enfermedad al principio de la floración tornándose amarillenta, las hojas
comienzan a deformarse y se detiene su crecimiento. La mejor manera de tratar
esta enfermedad es la prevención desde el momento de la nacencia a base de
dimetoato, endosulfan, metamidofos y agroquímicos sistémicos como imidacloprid.
Cosecha
Se inicia la cosecha
cuando un alto porcentaje de frutos hayan llenado el cáliz (bolsa) que lo
cubre, es muy importante vigilar que la cosecha se haga con sumo cuidado para
obtener al máximo de calidad y cantidad.En algunos casos es recomendable dar un
riego ligero con algunos nutrientes después del primer corte.
Durante mucho tiempo,
se ha acostumbrado utilizar semillas de mala calidad (semillas producidas por
los propios productores), los resultados que se obtienen son muy variables
porque no tienen seguridad de la calidad de las semillas que utilizan, es común
que utilicen 1 kg. Por hectárea o más debido a su baja germinación y muy bajo
vigor, por ningún motivo es recomendable la siembra de este tipo de semillas,
el tomate de cáscara dejó desde hace tiempo ser un cultivo rústico como mucha
gente lo piensa; si se valora el costo de producción por hectárea puede notarse
que el costo de semilla de calidad no representan ni el 9% del costo del
cultivo, cuando es de primordial importancia empezar con un buen simiente.
Hay que enfocarse en producir, un cultivo de
tomate de cáscara manejado con sumo cuidado puede rendir hasta 35 toneladas o más;
sembrando variedades que marquen la diferencia en los mercados se obtienen
mejores resultados a la hora de la comercialización.
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